Oficialmente ha concluido hoy la vacunación contra la COVID-19 del personal de la Clínica Central Cira García. Desde que en el mes de marzo comenzara el estudio de intervención controlada para grupos poblacionales de elevado riesgo de contraer la infección, enfermar y dispersar el contagio, se activó en el hospital un equipo multidisciplinario que merece loas de todo el colectivo.
En cada una de las tres etapas con las que contó la inmunización, dos primeras con Soberana 02 y la última con Soberana Plus, disciplina y sincronía fueron rasgos que distinguieron a los colegas.
Con la preparación previa del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), se implementó todo un protocolo institucional, rectoreado por el Dr. Félix Izquierdo Albert, jefe de los Servicios Clínicos y quien devino investigador principal del estudio en la institución.
Las licenciadas en Enfermería Mercedes González Zamora y Caridad Álvarez Mainegra, también acudieron al MINSAP en la fase preparatoria de su especialidad, y fueron las “seños” que jeringa en mano suministraron cada uno de los “cc” de esperanza que se nos inocularon.
El antes y el después del momento de la vacuna estuvo más que garantizado. Previo al proceder, los doctores Leandro Talledo Ramos, Leonides Leonel Peña Pérez y Emelina Díaz Luis chequearon cada uno de los parámetros vitales; y con posterioridad a la inyección fue el binomio de la Dra. Sandra Valdés Martín y la Lic. Susana Dominguez Sosa quien se mantuvo atento a la más mínima variación de los pacientes.
Como parte del equipo asistencial no se puede dejar de mencionar a los licenciados Bárbara Beltrán Borao y Erlys Lemus Lima, Jefa de Departamento y Supervisor de Enfermería, respectivamente, ambos fueron incansables en la función de coordinación y control del proceso.
Los Registros Médicos estuvieron representados por su jefa, Laura Bernaza Iglesias, y la especialista Yamilé Sánchez Nodarse, a quienes se les sumó la Lic. Enma del Sol Batista del área de información científica, trío que cotejó los listados, asumió la información estadística que se derivó y el importante momento del consentimiento informado.
Son muchos más los que han jugado su rol para llevar a exitoso término las anheladas y necesarias jornadas de vacunación que cada 28 días se fueron materializando en la Clínica. De departamentos como Transporte, Servicios Generales, Dietética, Protección Física, Farmacia, entre otros, tendríamos que mencionar un sinnúmero de compañeros, quizás hasta mayor, y es que todos se implicaron en el noble empeño de proteger.
Por último, que casi siempre es lo primero, debe hablarse de gratitud con mayúscula para ensalzar a la ciencia cubana, para enaltecer a este este pequeño país que con sus propias fuerzas y con su enorme capacidad de resistencia, apostó desde el principio por una solución soberana, frente al desafío sanitario que le impuso la COVID-19 al mundo. Es por ello que “en esta dosis están la fe y la fuerza de un país, más protegido, más inmune, más feliz”.