Ahora que se encuentra en casa y rodeado de la familia, son muchas las actividades que puede hacer para mantener la mente activa y ocupada. Permítanos sugerirle cómo estructurar un día valioso desde el hogar. Comenzamos por recomendarle revisar el balance de sus horarios; sumarse a realizar tareas que a veces las asumen las abuelas o mamás, como preparar un dulce favorito; hacer una sobremesa y, utilizando la magia de la palabra, transmitirse seguridad, compartir experiencias, brindar amor. Dedicar un tiempo diario a la realización de crucigramas y juegos de mesa, también se puede incorporar como sana rutina. Quizás es momento oportuno para redecorar la casa, sembrar plantas y hacer de nuestras habitaciones un remanso de paz. Igualmente la costura resultaría entretenida. Las actividades de creación ayudarían a echar a volar la mente y hasta se pueden constituir en una especie de actividad participativa: escribir poesías, crear cuentos infantiles, historietas, componer canciones, e improvisar con todo ello una especie de concurso de participación familiar. Revisar y reorganizar álbumes de fotografía es otra de las ideas que le damos, al igual que dibujar, incluso, incursionar en la caricatura. Intercambiar mensajes positivos y optimistas con familiares y amigos, le hará mucho bien, sin duda alguna. Esta es una oportunidad de recordar el valor del diálogo, las comunicaciones afectivas y de significación de nuestros familiares en la vida, reconocer sus esfuerzos, virtudes y valores. ¿Por qué no rescatar frases mágicas como: “te amo mucho”, “eres muy importante en mi vida”, “te agradezco siempre tu dedicación, entereza y cuidados”? Además de lo halagador que encierran, son afectivamente movilizadoras, positivas. A los adultos mayores, que se saben el grupo etario más vulnerable, dediquémosles mayores cuidados, hagámoslos sentir el centro de nuestra atención, contribuyamos a disiparles las normales preocupaciones que por estos días afloran. En fin, manténgase activo durante el día y descubra cuántas cosas puede hacer, siempre extremando las medidas de autocuidado e higiene. Ya en la noche, antes de retirarse a descansar y después de haber ofrecido sus aplausos al heroico personal de la salud, puede tomarse una tisana de tilo o manzanilla, darse un baño tibio, encender un incienso, leer un libro, y luego sí alistar su habitación para dormir de 7 a 8 horas continuas. Es muy importante la recomendación de dejar el sueño para este horario. La comunidad científica internacional está centrada en la investigación, con el objetivo de encontrar los mejores tratamientos y hasta la necesaria vacuna que erradicaría esta enfermedad; a la par que el personal de la salud se entrega por entero en sus puestos de trabajo para, con inteligencia, valor y dedicación, cuidar a los pacientes afectados. Ambos factores, unidos a las certeras y oportunas medidas que ha ido tomando la máxima dirección del país, deben reforzar la confianza y alejar el miedo o la incertidumbre. Enfrentemos como nación, en marcha apretada y corazones unidos, esta prueba del destino, una parada necesaria en el presente, y estemos seguros de que venceremos. Nuestras miradas de firmeza, serenidad y solidaridad, sustituirán por el momento nuestras sonrisas protegidas por los imprescindibles nasobucos. Miremos los árboles, ellos sufren los embates de fuertes rachas de viento, pero siempre luchan por mantenerse erguidos.
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[:es]En el Día de la Psicología Cubana, oportunos consejos de nuestra psicóloga, la Lic. María Eugenia Viera de Hoyos, quien nos propone: